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jueves, 20 de octubre de 2011

La condición pornográfica

¿Tu padre esconde números de Playboy en la parte más alta del armario? ¿Alguna vez imaginaste tu propia película XXX y te encerraste en el baño para consumarla? ¿Te gustan las señoras de la tercera edad? ¿Los cojos? ¿Los calvos? ¿Las holandesas?... ¿Vendiste fotografías de tu hermana a los compañeros de clase a cambio de fotografías de Denise Dior y el caballo?... ¿Bajaste episodios de “Bangbus” de Internet?

Pues si no lo has hecho, al menos lee este libro. No porque vayas a encontrar todo lo anterior (la verdad, ninguna de estas historias tiene que ver ni con ancianos ni calvos ni holandesas), sino porque encontrarás otros tantos personajes, y otras tantas meditaciones, y un sinnúmero de maravillosas “puestas en escena” reales y virtuales que te confirmarán que la única condición de este libro es, efectivamente, la pornografía.








Con los valiosos aportes (en orden de aparición) de:


Patricio Pron (Argentina, 1975)
Pablo Gutiérrez (España, 1978)
Gabriela Bejerman (Argentina, 1973)
Luis Hernán Castañeda (Perú, 1982)
Jorge Alfonso (Uruguay, 1976)
Andrea Jeftanovic (Chile, 1970)
Miguel Antonio Chávez (Ecuador, 1979)
Antonio J. Rodríguez (España, 1987)
Mayra Luna (México, 1974)
Giovanna Rivero (Bolivia, 1972)
Vizania Amezcua (México, 1974)
Katya Adaui Sicheri (Perú, 1977)
Solange Rodríguez Pappe (Ecuador, 1976)
Roberto Valencia (España, 1972)



Selección y prólogo de Salvador Luis
Epílogo de Tatiana Goransky



Un libro pornófilo de Editorial El Cuervo
Bolivia, 2011



ISBN 978-99954-749-9-7
240 páginas

3 comentarios:

carlos maiques dijo...

Hola ¿Son ficciones perniciosas en tu caso?¿Es un relato, de qué extensión? ¿Se puede conseguir en Carcelona, Madrizentro o Valencia? No queda muy claro por el texto de la contratapa. Eso sí, la portada es dura como pocas... Y una última pregunta ¿Ya tiene fecha de salida Fresy Cool? Un saludo y hasta otra.

Marisol Salanova dijo...

Gracias, Ibrah, ahora no puedo pensar en nada más XD
¡Lo tengo que leer!

Anónimo dijo...

la edad es un premio